27 de mayo de 1995: yo estuve ahí



En los diarios en los que trabajé, El Expreso y Clarín, siempre tuve como compañero de redacción a algún hincha de Defe. En verdad, eran algo más que compañeros: eran, y son, referentes periodísticos. Me estoy refiriendo a Gustavo Veiga y Martín Sánchez. Puedo agregar a Waldemar Iglesias, con quien también solíamos hablar con devoción del Dragón en horas de laburo, pero a él, en definitiva, le tienta más Huracán que Defe. Comparto todo esto para empezar a recordar uno de los días más felices de mi profesión: el día en que mandamos a la C a Excursionistas.
La tarde anterior, la del 24 de mayo de 1995, Veiga, que se encargaba de las designaciones para cubrir la fecha, me preguntó si yo tenía planeado ir a ver el clásico. "Por supuesto que sí. Tengo franco, además", le respondí. Parece que no había mucha gente en la redacción, porque Gustavo me pidió con insistencia que yo me encargara de escribir el comentario. "Lo hacés en la máquina de escribir de tu casa y después lo pasás por teléfono", me sugirió, en épocas sin portátiles ni Internet. Acepté y entonces, en vez de ir como hincha a la popular, fui como periodista a la platea de la cancha de Platense, en donde se jugó el partido.
Por supuesto que grité los goles de Almanza de tal manera que podría haber sido tomado como un paciente psiquiátrico, pero lo que quiero recordar en este espacio es algo que muchos hinchas de Defe o no lo vieron, o nunca lo supieron. Y me refiero a la marcha del silencio que la barra emprendió después del partido. A alguien, no sé quién, se le ocurrió comprar velas, muchas velas, más de cien. Había que ser optimista para pensar que finalmente mandaríamos al descenso a Excurio: con el empate, ellos se salvaban. Pero tras el 2 a 0 final, empezó el descontrol. Desconzco por dónde comenzó la caranava rojinegra apenas salió del estadio de Platense, pero sé el final de la ruta: los hinchas tomaron Ramallo a la altura de Cabildo, llegaron hasta Libertador y ahí doblaron hasta la Meca: la cancha de Defe.
Me los crucé, yo también volviendo del estadio, a la altura de la plaza Félix Lima, en Ramallo. Eran 200, 300, tal vez 400. Ocupaban una cuadra entera. Todos tenían una vela. Por momentos se callaban para respetar "La marcha del silencio". Por momentos no se podían contener y cantaban, saltaban y descontrolaban. Mañana se cumplen 12 años. Excursionistas, me dijeron, todavía sigue en la C.

Foto gentileza de www.defe.com.ar

6 comentarios:

  1. jajjaja
    gallina verde, nunCCCCa volveras...

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  2. Me gusta el contenido de esta página. Se compensa muy bien con www.defe.com.ar
    Sigan así!

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  3. buenisimo el texto, me emocionó, pero creo que tendriamos que dejar de vivir de recuerdos.
    armemos un gran equipo para ascender de una vez por todas. defe tiene que jugar, como mínimo, en el nacional.
    saludos de un socio vitalicio

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  4. SI Waldemar Iglesias es referente de este blog, voy a dejar de visitarlo.

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  5. gracias por hacerme emocionar y recordar la marcha del silencio que se hizo desde pltense hastanuestro estadio era hermoso ver desde la esquina de ramallo y arcos la caravana con velas por aparte ya estaba oscureciendo y resaltaban las velas entre la multitud y yo se quien fue el de la idea pero no lo voy a decir, nada más les voy a dar una ayudita fue el capo más grande que tuvo la barra,es medio narigon y el unico que puede juntar la barra.
    muy bueno el blogg, te felicito.

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  6. Oh! si lo recuerdo muy bien sabes, era una noche lluviosa, lo recuerdo bien porque Mary traia su abrigo de lana amarillo patito feo, como Waldemar Iglesias.

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