Devaneos, bailongos y amoríos (II)



Esta es la segunda parte de una nota publicada por la revista El Gráfico a mediados de la década del 20, titulada "La vida y milagros del club Defensores de Belgrano".

"En 1943 Defensores ascendía a intermedia. En 1914 se perfila como un serio rival de Ald Boys (sic); este, como Defensores de Belgrano, llevaban ganados cada uno trece matches, manteniéndose invictos. La prueba era dura para los belgranenses; en las filas contrarias figuraban jugadores de la importancia de Hiller, inglés, y de Linder, alemán; Defensores derrotó a Ald Boys por cuatro a uno en un match que se jugó a puertas cerradas, sin asistencia del público. Finalmente, en el partido veinte, empataron, y debido al margen considerable de puntos que contaba, Defensores ascendió a la categoría privilegiada. En ella le sorprendió la fusión del football. Habiendo plétora de clubes de primera división en la Asociación Argentina, su consejo directivo acordó que descendieran cuatro equipos de esa división anualmente. Viene entonces para Defensores de Belgrano una época fatal de transición. Sus jugadores desertan para entrar en la conscripción militar; debilitado el team, en 1916, desciende a intermedia; empero, logra en dicho año el segundo puesto al disputar el campeonato de su categoría. Una época de gloria para el cub es 1917, en que recobra su categoría de primera. Su rehabilitación sorprende, puesto que no se había dado un caso igual; generalmente, club que descendía, acababa disolviéndose".
"En los matches de aquellos días hubo de valerse de Italo Giacomelli como arquero, quien había hecho brillante papel en Estudiantes. La presencia de Giacomelli hizo triunfar al club en su tendencia oposionista dentro de la Asociación, al punto de que fueron derrocados del consejo directivo los oficalistas, cediendo paso a los representantes opositores".
(Continuará)

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