Disquisiciones sobre un partido al pedo

Defensores de Belgrano 1-Cambaceres 1.
--Che, ¿hoy no viene el Gordo?
--No, se fue de viaje.
--Ah, se salvó de este zafarrancho.
--Si el partido pinta muy embole, me rajo temprano. Todavía tengo la resaca del pedo que me agarré anoche.
--¿Para qué mierda vine? Me habría quedado en la parrillita tomando unos vinos.
--Mirá la tribuna de Camba. Son uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis. Ni los familiares los quieren. Nunca vi tanta tristeza en esa tribuna.
--¿Nosotros somos 500, 600? No está mal, eh.
--Hay que estar un poquito mal de la cabeza para haber venido hoy.
--O bien del corazón.
--¿Quién es nuestro arquero?
--Mittelman, o algo así. De las inferiores.
--Goooooooooooooooooool, vamos Yassogna carajo.
--¿Viste la rabona, con caño incluída, de Cejas? Cagamos, se queda a robar una temporada más.
--Cantá, loco: "Los quieren la vuelta esta tarde no están, los que quieren la vuelta esta tarde no están, los que estamos, te queremos de verdad..."
--Les expulsaron a uno. Listo, no podemos perder.
--Por fin ponen cumbia en los entretiempos. Un poco de alegría extra, viejo. Basta de esos tangos para pegarse un tiro.
--Che, pasan los minutos y no llegamos nunca. Y eso que tenemos un jugador más.
--Ojo con Casado, el que entró en Camba. Ese es bueno.
--La puta madre, gol de Camba, justo Casado.
--Qué desastre, hermano. De los últimos 33 puntos ganamos 7. Y estos muertos tenían un jugador menos. Qué temporada de mierda.
--El milagro es haber llegado a los 50 puntos entre los dos torneos.
--Sí, un milagro.
--¿Cuándo empieza la próxima temporada?
--En agosto.
--Bueno, dos meses sin putear a Screpis no está tan mal...
--Lo único que pido es no debutar contra Acassuso. No quiero deprimirme más.