Los hinchas más jóvenes tal vez no sepan quién fue Bernardino Veiga, y eso que su nombre es omnipresente en el Juan Pasquale: lo pueden ver sobre el sector de cabinas. Brevemente, se trata de uno de los mejores relatores de la historia del fútbol argentino. Se hizo famoso siguiendo la campaña de Boca, pero él era hincha de Defe. Y contagió su amor por la rojinegra al resto de su familia. Entre ellos, a su hijo Gustavo, también periodista. En 1999, cuando se cumplieron 20 años de la muerte, el propio Gustavo Veiga escribió en Página 12 una nota evocatoria de su viejo, Bernardino, al cabo uno de los hinchas más famosos de la historia de Defe. Estos son algunos de los fragmentos de aquel artículo:
"Viejo, hace tiempo que te fuiste y parece que todavía estás acá (...). Esta es la cuarta vez que me toca escribir sobre vos (...) Ves, me cuesta un poco hilavanar los recuerdos que van surgiendo de a poco (...). Por un instante desearía detenerme en alguna excursión sobre ese colectivo que no venía nunca, la vieja catramina que nos llevaba desde Arcos y Congreso hasta la cancha de Defensores de Belgrano. Viejo, vos me hiciste querer esos colores rojinegros más que a nadie. Cuando tomé vuelo propio me escapaba a la tribuna techada. Y ahí disfrutaba como un hincha desinhibido, con otros amigos del barrio. En el Bajo Belgrano vi al tipo que después de Maradona hizo de sus gambetas y desfachatez la expresión más acabada de nuestro fútbol: el Hueso Houseman, como lo llamábamos entonces.
Al lado de Defe estaba el club Unión y Obreros Muncipales. Hoy creo que se llama IMOS. A ese lugar íbamos a jugar a la pelota, pero nos rajamos un día con Marcelo y Santiago para fumar unos puchos cerca del río. La avenida Lugones no existía (...). Esa no fue, ni por asomo, la lección principal que me diste. De pocas palabras, predicabas con el ejemplo. Tu vocación por el relato te llevó a laburar en inferioridad de condiciones. La enfermedad que te fue apagando la vida no consiguió doblegarte. Tampoco la muerte de Horacio, tu ahijado y mi primo querido. Ni la dictadura que, por medio del vicealmirante Lacoste, prohibió que se siguieran las campañas de equipos por radio. Leáse: los relatos de Boca".

Que linda nota, Andres.
ResponderEliminar¿No podrías publicarla entera, que me quedé con ganas de más?
Gracias!
Gustavo Veiga y Martín Sanchez deberían formar parte de la vida institucional del club.
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