Llamado a la solidaridad

Defensores 0-Atlanta 0
Se busca con suma urgencia el paradero de un gol. Pasaron 454 minutos desde la última vez que fuera visto por última vez, cuando se se hizo presente en el partido contra Deportivo Merlo, el 13 de noviembre pasado. Desde entonces debía presentarse en los encuentros ante Central Córdoba, Los Andes, Cambaceres, Flandria y Atlanta, pero no misteriosamente no se ha reportado. Si alguien aporta información sobre su paradero, se garantiza una importante recompensa. Desde ya, muchas gracias.
Dicho esto, y dentro de un empate descartable que profundiza una campaña horrible (2 triunfos en 22 partidos), las incorporaciones de Raúl Sanzotti y Roberto Hernández parecen dos aciertos. Sanzotti mostró algunos leves problemitas en pelotas paradas, pero aporta presencia, reflejos, liderazgo y ascendencia positiva. Es un buen refuerzo, mucho más después del tormentoso final de ciclo de Kadijevic. Que ya vayan tres partidos sin que nos hagan goles (dos con Sanzotti al arco), es un indicio positivo. Y Hernández puede convertirse en el mejor delantero desde que se fue Guerra. Es alto y maneja muy bien el cuerpo: su especialidad es cubrir la pelota de espaldas, al estilo de Sand. Su físico también hace acordar a los movimientos de Comba y Juan Martín.
Por último, la sorpresa de la noche: la hinchada en la tribuna que habitualmente ocupan los visitantes, mientras que la Techada no fue habilitada. Creo que la última vez que sucedió fue el día en que se festejó el ascenso de la C a la B, en 1992, la fecha siguiente tras vencer a Dock Sud. Aunque los más memoriosos también recuerdan un partido contra Centra Córdoba, en diciembre de 1988 u 89, en que por las buenas relaciones entre ambas hinchadas, la de Defe vio el segundo tiempo en el arco que da espaldas al Río de la Plata.