
Fiesta en el Bajo: 102 años de historia. Y para festejalos, además de los fuegos artificiales, vamos con esta deliciosa crónica que Martín Sánchez hizo a propósito del centenario. Salud Defe, por otros 102:
"Como escribiría Borges sobre su Buenos Aires, parece cuento que Defensores llegó a los 100 años. Allá cuando el siglo bostezaba fue a abrazarse al río en las tierras pantanosas de Vilela y Blandengues (ex Av. Libertador), después de que aquellos locos fundadores y murgueros sentaran cabeza. Contra toda esperanza ajena, se afirmó en la tierra blanda y hasta 1930 jugó al amateurismo con un orgullo que no le puede quitar ni un milenio: Defe le ganó a los cinco grandes del fútbol ar gentino. Y el pecho se le infló hasta el colmo cuando su jugador Gerardo Caldas fue figura en la Selección Argentina. La tapa de El Gráfico entera para Caldas circula aún entre los corazones nostálgicos. Su gente quiso seguir de risas y sin preocuparse, quiso abrazarse con rivales y no odiarlos, y rechazó el profesionalismo. Volvió en 1936 al fútbol que organiza AFA, y se acomodó de a poco a esa realidad que no entendía: pagar o cobrar por jugar. En 1958, después de que el Tano Darío Vittori, rey de la comedia familiar, fanático y tesorero de Defe dejara en orden las cuentas, se gritó el primer título, con un invicto de 22 fechas y un final de 9-0 a J.J. Urquiza.
Defensores sobrevivía y crecía, mientras los clubes de fútbol de la zona norte de la Capital se iban. Se empezaron a contruir piscinas, confiterías y fútbol. No se va a olvidar el equipo de 1967 de Angelito Labruna, como no se va a olvidar el de Ronci-Galbán-Arbelo de 1984, ni el del 2001 que subió al Nacional. Pero ese del '67 salió campeón de la B, y el sueño que porfía de subir a Primera se deshizo en un Reclasificatorio. Equipos que hoy, a partir de las 15, volverán a jugar. Almanza repitiendo sus dos goles a Excursio' para mandarlo a la C, Gaby Pereyra, W. Fernández, Aldaz, H. Rodríguez...
También hubo un título en 1972. Y apareció un pibe al que llamaban Hueso por sus huesos a la vista. Lo ganó él solo, pincelando sublimes firuletes en la raya. El documento arrugado decía: René Houseman. Eran épocas doradas, como el pelo de Juana Molina tomando sol en la pile con su mamá Chunchuna. Venía Emilio Vidal, el que hacía reír en el Telecataplum de la TV. Y el querido Fidel Pintos ahí estaba, tomando un café en el bar antes de cada partido, con su traje impecable y su narizota no tanto, la que estiraba por los nervios de un gol en contra. O Bernardino Veiga, haciendo historia en el relato de Boca, pero derramando por los laterales de su corazón su amor por Defe. Y Chuenga vendiendo chuengas en la techada.
Parece cuento los 100 años..."
estoy por cumplir los 60 pirulos. Estuvo muy bueno, me emocionó. Gracias por estos recuerdos
ResponderEliminarComo siempre, las notas de Sánchez están barbaras!!!
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