Ho visto a Maxi Ceratto

Defensores 2-Acassuso 0
Había que ser muy enfermo de Defe para estar hoy en la cancha. Nada ayudaba: hacía varias fechas que no ganábamos, el Reducido parece un milagro, el equipo no termina de enganchar y el rival, encima, no era de los que convocan. Pero los que fuimos tuvimos triple premio: el equipo jugó muy bien (defendió con solidez, tuvo momentos de brillo y mostró efectividad), el triunfo fue muy merecido (hasta quedó corto, insólita esa jugada del segundo tiempo en la que pelota pegó dos veces seguidas en el palo) y, sobre todo, vimos a un Ceratto maravilloso. Este pibe es lo más parecido al viento que vi de un futbolista. No quiero exagerar pero, entiéndame, tiene cosas de Caniggia en su primera etapa de River (su físico flaquito, su velocidad, su cambio de ritmo impredecible, sus corridas dejando a la rastra a los rivales) o, para hacer más defensorista la comparación, de Houseman. Cada vez que tocó hoy la pelota generó un hermoso quilombo en una de las defensas más guachas de la divisional. Participó en los dos goles (el tiro libre ejecutado por Paéz fue luego de una falta a Maxi en el primer gol, y Tarabini cerró por la izquierda una jugada que Maxi empezó por la derecha en el segundo gol), pero generó mil jugadas más. Ese desborde supersónico que metió por la izquierda en el segundo tiempo no lo voy a olvidar por varios años: dejó tirados a dos rivales y le sirvió el gol a Páez, lástima que el arquero evitó el 3-0. Insisto: Todo el equipo jugó bien, una barbaridad Martínez Montagnoli, fenómeno Aparicio, solidario Molina, bien todos en verdad, pero sinceramente lo de Ceratto fue un premio que guardaré en mi corazón defensorista (perdón por la primera persona) durante mucho tiempo. Puedo decir: ho visto a Maxi Ceratto.