Parió un ídolo: Cobián


Bueno, sí, la palabra ídolo es muy fuerte, pero Cobián fue al menos mí ídolo por un día. Cuando entró, casi nadie lo conocía. ¿Viene de Almagro, viene de Alvarado?, se preguntaba la Techada. Y creo que nadie lo sabe todavía. El flaco la rompió: un amague tras otro. Muy veloz. Desborda. Tira buenos centros. Y patea al arco: no es poco. En el primer tiempo estuvo cerca y en el segundo convirtió un gol. Es posible que juegue poco en el torneo: tiene adelante a tres jugadores que hicieron muchos méritos: el Tanque, Montenegro y Coria. Incluso, al Maguito González. Pero Cobián se presentó con todo. Y festejó el gol con la pelota debajo de la camiseta. Su esposa está embarazada. En Defe parió un ídolo, al menos por un día.

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