Historias jamás contadas IX: gran reportaje gran al Tintorero (por Queiroz e Iglesias)


Seguimos con esta espectacular sección. Y hoy, un reportaje al Tintorero, hecho en 2006. Ideal para leer en este fin de semana sin fútbol.

Luis González es el “Tintorero” para todos los hinchas de Defe y sinónimo de aliento en la tribuna. La charla nos paseó entre el vértigo de las anécdotas de tablón, la añoranza de viejos momentos de gloria, los comienzos de "la barra", los amigos que DEFE le legó, el mandato familiar rojo y negro, el 2005 año de dolor por partida doble tras el adiós a su compañera y el descenso consumado, el reconocimiento a algunos dirigentes e hinchas en particular, la policía, el club de Pampa y Miñones, los picantes cruces con otras hinchadas de la zona norte, su militancia política, el agradeciemiento al fanático en general, los milicos y mucho... pero mucho más.
Luis, tu apodo tiene raíz en un lugar llamado “Cervantes”, ¿puede ser?
Sí, exactamente, con la Tintorería Cervantes. Mira… mi viejo trabajó toda su vida en ese rubro, así que de pibe mientras estudiaba aprendí el oficio. Al margen de eso, yo me había recibido de joyero. Naturalmente, yo… era el hijo del tintorero, mi viejo no tenía otra referencia, entonces me pareció en homenaje a él, que tenía que llevar con orgullo la referencia de la historia de mi viejo, que tenía que ver con su trabajo, un laburo muy digno. En ese tiempo, cualquier muchacho llevaba un apodo, ya sea por su nombre, por su historia o por alguna acción que hubiera realizado. Y bueno, en mí caso esta forma de identificarme fue totalmente natural.
¿Cómo y cuándo llegaste a Defensores de Belgrano?
De pibe, viví en Zabala entre O´higgins y Arcos. Iba al primario y tenía un amigo llamado Mario Falagán… Y un día descubrí al padre con la radio, escuchando fútbol de la “B” Cuando le pregunté que escuchaba, me contestó “:- Escucho mi equipo, Defensores de Belgrano…”. Sumado eso a que yo nací en el barrio, fue algo natural… Sin conocer aún los colores y el club, DEFE pasó a ser mi equipo de ahí en más.
Siempre cuento que mi viejo me hizo hincha de Boca, pero por mi barrio y mi historia… Es que vivía a cuatro cuadras de la cancha y encima empecé a hacer un montón de amigos, gente que iba al club.
El primer partido que vií fue con San Telmo en el Bajo. Ese día nos tocó jugar de local pero nos mandaron a la tribuna visitante, la que da al Río de la Plata. Y bueno… ahí llegó el fanatismo y adopté los colores.
¿Cuándo empezaste a ser militante?
Yo siempre estuve ligado a la gente joven… por mi militancia política. Yo fui militante de la J.P. y eso para mí es un orgullo. Por ejemplo el 18 de Noviembre del ‘72 (el 17 de ese mes el General Perón regresaba del exilio político en España) momento en el que yo era estudiante de la escuela Raggio. Bueno… Perón vino a Gaspar Campos, acá en Vicente López y uno recuerda como después del partido con toda la tribuna y la gente del costado hicimos una movilización con bandera y bombos. Me acuerdo que llegamos y había grupos de la hinchada de Boca y de Quilmes… y nosotros llevamos mucha más gente que ellos. Eramos un par de miles de personas que habíamos ido a recibirlo.
Sin saber si hay o no muchos “peronistas”, hay mucha gente en el club que pontifica o han pontificado al General, ¿no?
Mira… por tradición, Belgrano es un barrio característicamente de gente radical, esto no quita que en la etapa de la década del ‘70 grandes oleadas de gente estuviera ligada al “peronismo” y al retorno de Perón, y la gente joven estaba identificada con ese lineamiento… Y bueno, yo soy fanáticamente “peronista”.
¿Seguís militando Luis?
Sí, sigo participando. Yo tengo la suerte que el “peronismo” me pagó con un trabajo en el Congreso de la Nación, en el año ’83 después de haber perdido las elecciones. Así que te imaginarás… ¿Qué lugar más importante para un tipo que milita en política?... que llegar a un lugar donde se tratan las leyes y se define la democracia, donde está la representación genuina de todo el país. Ya llevo 24 años trabajando…
Bueno Luis, volvamos a los que nos reunió originalmente. En cuanto a tu ubicación…¿Por qué “La techada” y no la platea o “La del costado”?
Mira… yo en Internet he visto algunos planteos de algunos muchachos que escriben de “La techada” o “La visitante”. Particularmente, yo jamás regalaría la techada porque es parte de la historia de Defensores… Defensores es un club que no tiene barrios. Si lo ubicás a Defensores, la mitad del barrio lo perdés a partir del Río de la Plata. Después tenés lo que es la Escuela de Mecánica de la Armada, que te ocupa dieciséis manzanas, después está el problema que tenés los clubes de la Avenida Libertador, una enorme cantidad de clubes sociales deportivos. Después te queda “el barrio” de Av. Del Libertador hacia arriba con la problemática de que a Platense lo tuvimos en Manuela Pedraza y Cramer. Entonces digamos que había una línea divisoria que no se sabe si es Av. Cabildo, Arcos o Cramer que divide a la gente y el barrio de Defensores y el de Platense, por eso cuando yo escucho hablar de Excursionistas… yo no sé si he visto 10 partidos DEFENSORES – Excursionistas, para mí Excursionistas no existe.
¿Cuál es el clásico de DEFE para “El Tintorero”?
Para mí el clásico real, por historia, es Tigre. Platense estuvo 25 años sin jugar con nosotros y lo de ellos es un tema más de barrio, más de “lo cotidiano”. Si es por pica y por historia… Mirá, Tigre vino a darnos la vuelta en la cara en el año ‘79, vino con la hinchada de Chacarita. Hay muchos que dicen que estuvieron ese partido, algunos sí y otros no, yo sé y me alegro de haber estado porque nosotros durante la mañana, veíamos su desfile por Libertador… Jeje, gracias a ese desfile engrosamos en muchas banderas de Tigre nuestra hinchada… Entonces, para mí el clásico es Tigre, por las picas vividas, porque ellos eran el gran equipo del norte con sus amigos de Chacarita… Son los dos lo mismo, son los dos cobardes, por eso son amigos de Morón también. Ellos podrán ser multitud, pero no se la aguantan, ¿entendés? y nosotros somos los mismos de siempre, somos los hijos de otras generaciones de hinchas del club, que nos queremos y nos respetamos, orgullosos de nuestros colores, de los colores que defendemos y tenemos la dignidad de haber ido solos a todas partes. Creo que los celos de Platense tienen que ver con esta historia, que nosotros siempre nos aguantamos solos y Platense, que supuestamente tiene mucho más barrio, porque de Saavedra ellos llegan a Palermo, Urquiza y Vicente López, llevan multitud pero… Yo los conozco a los muchachos, los conozco bien. Hay tipos muy valiosos, pero está lleno de cobardes también. Cobardes que no entienden que nosotros somos dignamente de un club que siempre hemos hecho las cosas solos, y eso que yo tengo muchos amigos en Platense. Acá al Bajo han venido clubes que te han gritado muchas pelotudeces, pero después huían. Pasó con Argentinos Juniors que los muchachos serán muy valientes, pero los nuestros les han demostrado que en el “vamo y vamo” se la aguantan, y en esto tengo que hacer un reconocimiento a las generaciones que vinieron después de mí. En el año ’84 dije… “Bueno muchachos, ahora son ustedes…”. Porque yo estaba en una edad en la que tenían que seguir las generaciones siguientes. Naturalmente algunos ya no podían acompañar, algunos se estaban casando o ya tenían hijos. Yo cuando era pibe y venía al club a la mañana a jugar un metegol, me quedaba pensando con el resto qué se podía hacer para generar una tribuna nueva en el lateral y así tener mayor capacidad de espectadores, y en consecuencia no nos movieran de nuestra cancha en un partido importante o de mucha convocatoria del visitante.
Hablá un poco más sobre aquel partido con Tigre en el ‘79
Los muchachos venían a ver y a llevarse “un campeonato”, venían a dar la vuelta olímpica en el Bajo, en nuestro Bajo… Desde las 10 de la mañana había desfile de gente de Tigre floreándose y faroleándose con sus banderas. Muchas quedaron en nuestra “colección”. Cuando nosotros salimos de Besares y O´higgins, que ahí nos juntábamos. Salimos a cuatro cuadras del club, veníamos con los bombos y banderas desplegadas y entremos alrededor de 200 Dragones a la cancha. Cuando encaramos para el estadio de costado (por Comodoro Rivadavia), detrás del arco que da a “La Techada” había una bandera grande de ellos… había en total 10.000 hinchas de Tigre colgados por todos lados, estaba repleto de Tigre, toda “La techada” era de Tigre, toda la cancha era de Tigre… Había 10.000 de ellos dentro del estadio, era impresionante!!! Nosotros tuvimos que entrar por donde hoy está el Buffet, que era el ingreso a la platea porque supuestamente la entrada del costado estaba cerrada, así que cuando entramos… automáticamente era todo territorio enemigo. Fuimos llegando con los bombos, en cuero por el calor… y las banderas, cuando íbamos llegando… cuando íbamos acercándonos… desaparecieron automáticamente. Hicimos un hueco detrás del arco, ocupando todo el espacio de “La techada”…
Contános como se abrieron paso!!!
Y mira… cuando íbamos por el pasillo nadie nos paraba. Cuando íbamos llegando a nuestro lugar (el lugar que históricamente ocupa la barra desde el pasado hasta hoy en el centro de “La techada”)… a algunos los apartamos a las trompadas… era así, ahí no existía la policía, bahhh no existía nada. Vos en ese momento, en ese entonces, podías dar toda la vuelta alrededor del campo de juego (Los accesos no estaban cerrados como hoy) y al terminar el primer tiempo, los de Tigre con los de Chacarita, dieron la vuelta por el lateral y lo único que nos dividía eran tres simples policías, tres simples agentes de policía… y si hubieran sido tan valientes los muchachos, nos hubieran echado a patadas. Nosotros lo que hicimos fue subir los bombos y las banderas a la pileta y nos quedamos a “aguantar”, nos quedamos a hacer “el aguante”. Ese partido creo que por algo de los 39 minutos o faltando cerca de 10 minutos para el final, Haffez le pegó un voleo impresionante de más de 30 metros, y la clava en un ángulo… Todavía me acuerdo que les cantábamos “SE VAN LLORANDO… LAS PUTAS DE SAN FERNADO”. Se fueron con los 3 autobombas que habían traído y encima había más de 10.000 hinchas más de ellos esperando en su cancha a sus jugadores para festejar y dar la vuelta… Y bueno, los muchachos se fueron llorando y de eso ni ellos ni nosotros nos vamos a olvidar más. Pero además tenemos otras historias con Tigre. Me acuerdo que tenían un fenomenal “trapo” de más de 100 metros, con una enorme figura de un Tigre en el centro y nosotros cuando salimos, los cruzamos en 11 de Septiembre y Besares, frente a la A.T.M.A. La cuestión es que lo tenían en una camioneta. Y ahí nomás encaramos. Era tan grande “el trapo” que nos llevábamos que hacíamos media cuadra y “el trapo” seguía en el piso. Resulta que la hinchada de ellos estaba a una cuadra de ahí y el festival que se armó en esa esquina fue más fenomenal que la bandera aún. Estuvimos 10 minutos discutiendo la pertenencia del “trapo”, hasta que llegó la policía y los carros de asalto y tuvimos que perder ese trapo que ya habíamos ganado, porque no teníamos forma de arrastrarlo… era “el trapo” de la hinchada de Tigre. También te puedo decir que cuando hemos ido a Victoria y teníamos la visitante de ellos, o sea la tribuna que nos correspondía a nosotros repleta de ellos… llegamos pusimos las banderas, alentamos al equipo y en determinado momento, bajó toda la hinchada de Tigre, pegaron la vuelta y entraron por donde nosotros lo habíamos hecho. Y en esa cancha la policía nunca existe. Estaba haciendo la de “observar” lo que hacíamos. Y bueno, quisieron sacarnos de la tribuna y ahí mismo tuvimos que aguantar… Nosotros éramos 500 como mucho… pero aguantamos igual…
¿Recordás a algún compañero, a algún amigo que también haya sido parte de aquella barra?
Mirá, yo tengo más de 25 amigos fallecidos… algunos ocasionados por la dictadura militar. Cuando yo era pibe y venía al club, cuando todavía era un pendejo, tuve que soportar que cualquier hinchada grande venía al Bajo y nos gritaban “Son las gallinas de la B” y yo muchas veces en la puerta de casa decía: “Bueno, a ver quienes somos nosotros?”, y empezaba a nombrar a mis amigos… y nunca llegábamos a una gran cantidad, entonces nos dijimos: “-Vamos a hacernos cargo de la tribuna y vamos a acompañar a DEFE a todos lados…”
Luis, vos dijiste “vamos a hacernos cargo” y sé que durante mucho tiempo fuiste uno de los organizadores o “jefe” de la barra ¿Entre que época te hiciste cargo junto a tus compañeros?
Acá hay un dato de la realidad que es lamentable. El que algunos dicen que todo aquél que está detrás de un arco alentando a un equipo, es un “Barra brava”, eso es una aberración!!! Quizás atrás del arco va a aquella gente más joven, la que tiene más desprendimiento, por ahí la que más fervorosamente puede estar alentando un partido, la que quizás llora en la tribuna cuando su equipo pierde un campeonato o se va al descenso y quizás la gente más grande, la que tiene más experiencia, la más curtida puede soportarlo anímicamente mejor desde otro lugar. Entonces ahí hay todo un negocio fenomenal alrededor de las supuestas barras. Y el negocio no lo hace otro que la policía. El aumento de efectivos en operativos, también lo ocurrido en los clubes de primera con las cámaras de seguridad, el fenomenal movimiento de fuerzas que reprimen y de prevenir ni hablar. Acá ya hay que terminar con este negocio de fagocitar la violencia. Entonces yo creo que acá hay un error cuando entre la misma gente del club se termina enfrentando, porque Defensores es un club, que se nutre, que se alimenta de su rica historia, está hecho por la gente, por quienes los construyeron. Entonces hoy yo me encuentro con muchos amigos míos que van a la platea y otros a la “del costado”. Yo particularmente creo que soy un enfermo te “La techada” y no puedo dejar de ir allá, a alentar, a poner el esfuerzo. Mi granito de arena, ese es mi aporte. A mí por ejemplo no me sirve en lo particular, putear a un jugador, si yo tuviera que putearlo, agarraría y le diría: “Negro, ¿que te pasa?”. Siguiendo con el tema de las hinchadas, por ejemplo, según quien es el DT de la selección nacional como pasó con Bilardo o con Basile, es la hinchada que va a viajar a un Mundial de fútbol. Nosotros tenemos una experiencia casi traumática cuando fuimos “a aguantar” a Paraguay… a los pibes de DEFE, a los pibes nuestros, los dejaron en banda. Es decir, para ser más específico, las “Grandes Bandas” del fútbol los dejaron en banda cuando fueron las eliminatorias dos Mundiales atrás. Los paraguayos los lastimaron mal. Pasa que los pibes de DEFE se quedaron “a aguantar”. En definitiva, ¿sabes que pasa?... por historia las grandes bandas del fútbol pueden juntar 500 tipos y te vienen a correr, pero cuando se produce un enfrentamiento “mano a mano”, vos sabés bien que los que llegan primero y al frente terminan siendo 10, y si vos tenés menos gente en total, pero 20 o 30 o 50 tipos que se quieren, se respetan entre ellos y a ellos mismos, no hay banda que te pueda correr…
¿Cuál fue la generación que te precedió, la de “Pontoni”?
Sí, “Pontoni”, “El Tigre”, Papón, Fernando, Hay una realidad y es que eran muchachos naturales del barrio, que vivían en el barrio y querían al barrio. Esa fue la camada que siguió nuestra etapa. La mía quizás estuvo más signada por la política. Nosotros en el marco político movilizábamos 400 jóvenes. Tuvimos que ver con todas las movilizaciones contra la dictadura militar, gente de Nuñez, Belgrano, Saavedra… y cantábamos contra ellos. Sin ir más lejos a la tribuna de DEFE traje para cantar contra los milicos a Luis Reales, que era de Excursionistas, con banderas y bombos, y también vino la gente de Platense. Por eso te digo, yo los conozco a todos ellos. El tema de Excursionistas, ni siquiera los tengo en cuenta, no tienen cancha, no existen, no viven acá… ¿Qué historia pueden tener ellos? Yo los conozco como Maratonistas a ellos… Con nosotros siempre corrieron y mirá que los conozco y hay muchachos grandes ¿eh? Yo creo que la causa de su desprecio hacia nosotros no es otra que por celos. Su vida pasa por nosotros. Mi vida en cambio no pasa por ellos. Es más, yo estoy perdiendo tiempo hablando de ellos. Está bien, para Excursionistas seremos “su” clásico, para las jóvenes generaciones de defensoristas también, porque tuvieron la posibilidad de encontrarse con ellos en un campeonato y mandarlos al descenso. Te digo más, hay muchos jóvenes que su vida tuvo que ver con el enfrentamiento con Excursionistas y no está mal, está bien… Pero nuestro tiempo tenía que ver con otros enfrentamientos. Tenía que ver con Atlanta, Chicago, Morón, Tigre, Lanús…
¿Cuál fue el mejor y el peor momento de convocatoria desde que vos sos parte de Defensores?
Cuando era pibe y venía a la cancha estaba llena de “bote a bote” en la parte del local, entre el ‘70 y ’79, toda esa época… Que ya Defensores en el comienzo de ese tiempo no tenía una barra, como se la conoce tradicionalmente, que sí había muchos hinchas y las mismas ganas de ganar…
¿A partir de que año pensás que se conoce la barra en Defensores?
Yo creo que a partir del ’72 fue cuando comenzamos a tener un poco más de notoriedad, porque ese año ganamos el campeones en la “C”, done hubo que ir a aguantarse el quilombo en Campana, allá en Colegiales, en Dock Sud. Yo recuerdo, se lo dije allá por el año ‘92 a los muchachos, cuando nosotros jugamos el primer partido en Dock Sud, que nos quedamos enfrentando su hinchada en la avenida De Benedetti, que a mi me salva un auto, yo había quedado descolgado de última. Me salva el auto, un amigo que vivía frente a la plaza Balcarce, que me grita desde adentro “Tinto, levantá vuelo que sos el último que queda!!!”. Bueno me subí al auto y salimos… Y entonces todos esperamos la revancha… La gente grande o mayor en esa revancha se fue a la tribuna visitante, se quedó sentada en un costado, nosotros esperamos a los muchachos “amigablemente”. Le pedimos a la policía que no se meta, que era una deuda que teníamos que cobrar esa cama que nos hicieron en el “Docke”. Bueno y así fue, la policía se quedó tranquilamente en el buffet durante 5 minutos y cuando llegó la hinchada, encaramos directamente para la tribuna. O sea, no fuimos cobardes, no le pegamos a nadie de atrás, fuimos de frente y fue espectacular las corridas de “los guapos del Docke” que se escaparon por Libertador. Los echamos a todos!!!
¿Te acordás de algún compañero tuyo de ese momento?
Realmente había muchos… Estaban Oscar y Hugo Arbona, en su momento estuvo un pibe que iba muy al frente también: Marquitos Zuker… El homenaje lo tenés puesto ahí en la techada, que es un mínimo homenaje a un pibe joven que tenía ideales y que la desgracia de la vida lo llevó, que por querer tanto a la Argentina, que por querer venir y entrar al país en un pésimo momento, “lo chuparon”, entonces yo quizá con Marcos tenía algunas diferencias pero, digamos viendo lo tremendo de lo que le sucedió, me parece que es lógico y un orgullo para nosotros que la tribuna lleve su nombre. Acá hay otros nombres que nunca los vas a encontrar en ningún lado pero que siguen viniendo al club, como por ejemplo “Pescado”… no me pidas el apellido porque con ese sobrenombre lo vas a encontrar… El Loco Mario Elion, El Mono Eddie, El Ruso de Ramallo…Había un montón de muchachos que iban a todos lados... Henry, Doble, Tato, Victor, Enrique, BJ, Upay, los Murias, los Bogados, los Frachi, los Peluso, los Ramirez, la familia Frontera, la familia Rodriguez, los hermanos Cuadrado, los hermanos Pedreira, Gabi Primo y su eterno padre, Pala, Piero, los Brugorello, Santillán, Juan Carlos Prodán, Piqui, los Hermanos López, Carlos Scorcelli, Gabi, los Clarke, los Klainsek, Pontoni y su familia, Vilches, Sarrión, Diente, los Mansilla, los Giordano, los Achile, el Boga del CLUB, Martin, los Rosas, los Guacci, el valiente Loco Jorge, el Francés, Anton, Alfredo Imbrogno, los Querido, Ritaco y su hijo, Monico, Fer, Solari, Upa, Aime, Ricardo Pasquale, Carlos Galina, Martín Sanchez y su grupo de amigos, el Gordo Toti, el Ciego, Fierita, los hermanos Capra, Henry, Gabi Antenore, el Tano , Nelson, los dos Luichi, Roberto, Mascelari, Lechuga, Chaio, el Sordo, los hermanos Monica, Rodolfo y Marito Suárez, Fernando Bidoni, el Buho y su hermano, los hermanos Borchetta, Mateos, Conti, el Paraguayo, el Indio Mario y todos sus hijos, los amigos de Besares, la Lima , la Balcarce, del Cullen, los de las torres de Ramallo, del Raggio, de las estaciones Nuñez, Rivadavia, Drago, Urquiza, de Grecia, de Siburger, de la Bicicleteria de Carlitos, de la Alberti, de la Barra del Prode, de la Makenna y de tantos lugares y de tantos amigos que se me escapan de la memoria y que lamentablemente no los nombro a otros, una enorme mayoría de las nuevas camadas que me ven cerca suyo alentando a DEFE y sin embargo no sé sus nombres, para todos ellos mi respeto. Gente que va igual al costado y alienta en todos lados, los vas a ver en todas las canchas sufriendo, alentando, haciéndose mala sangre, programando viajes cuando son lejos y poniendo guita de sus bolsillos para bancar a otros para que vengan a ver al club. No me puedo olvidar de los muchachos que venían de la zona norte Corcho, el padre, el hermano, Riachuelo, Bombi, Memo, Carfagna… Hay muchos muchachos…
¿Estas viendo las generaciones siguientes de tus amigos en la cancha?
Mira, por ejemplo, yo lo cruzo recién en el club a Giordano… y yo era amigo del padre de Juan, de los Rodríguez, como también soy amigo del padre de Pontoni. Yo me acuerdo que a veces los padres me decían “cuidalo a mi hijo” y nosotros íbamos solos a las canchas, sin custodia, en bondi o en tren. Y había que mancarse “las paradas” porque sabías que te estaban esperando y que la cosa no iba a ser sencilla. Había que tener muchas pelotas para las salidas de algunas canchas… Para entrar y para salir. Ir a San Martín solo; ir a Escalada, que tenías la villa atrás, solos y volver festejando no solamente una victoria, sino también el hecho de haber demostrado, de haber ido a todos lados y bancarse las paradas, porque cuando son miles de tipos que están atrás de un club se escudan en la multitud, pero yo recuerdo estar en la cancha de Temperley, en la de Banfield o en la de Lanús… y ¿que te venga a buscar toda una tribuna? Ehhh!!... por ejemplo Atlanta no existe!!!, tienen que acordarse de que nosotros nos metimos en la tribuna de ellos, tiene que hacer un poco de memoria y acordarse que un día acá vinieron de guapos con la banda de River y terminaron perdiendo banderas. Y se la “rescatábamos” a la barra no a los perejiles que llevan un trapo y que se lo robás porque sos veinte contra uno!!!. Esa a mi no me las pueden contar porque yo las he vivido y te digo más, hubo un Mundial donde estaban los de Boca, los de Tigre y de Morón, la gente Racing también… Hacían la veña con los jefes de la policía!!!. Nosotros jamás participamos de eso. Hoy te apaña y mañana te castiga.
¿Qué recordás de la victoria frente a Racing en el Cilindro de Avellaneda?
Ese partido fue un baile terrible. La antesala de eso había sido jugar con San Lorenzo en la cancha de Velez, ese partido nos tocó perder. Y después jugar con Racing era como decir “Bueno, ya jugamos con San Lorenzo, perdimos ahí nomás y a Racing se le puede ganar”… y le ganamos!!!. Me acuerdo toda la hinchada de Racing cantándonos “Aserrín aserrán, de Avellaneda no se van…” jajaja. La verdad es que no era lo mismo que estar jugando contra un equipo de la “B”. Era una locura colectiva ¿viste?, pero ahí estábamos y ahí salimos todos juntos…
Tenés seis hijos, alguno habrá heredado el amor por los colores, me imagino…
Los seis son de Defensores. Hoy la mas chica, Micaela de catorce años viene a la cancha, me acompaña, se me cuelga del alambrado, no se me va de la Techada… A pesar de que a veces logro que en el segundo tiempo se vaya un poco a la platea para estar un poco más tranquilo, porque la verdad que tengo un ojo en el partido y otro viéndola a ella. Conoce todas las canciones, viene… alienta. Después están Maria Sol, Juan, Pablo, Federico y Daniel, también de Defensores. Y mi patrona… que también venia a la cancha y muchas veces hasta embarazada… Creo que le tengo que hacer un reconocimiento… Me bancó muchas cosas. Aparte de saber que yo estaba en la hinchada, venia al costado, cantaba y bueno… Me bancaba los dramas de muchas veces. Por ejemplo, el que amigos como Papón, tener que llevar a mis hijos de vuelta a casa porque veníamos a ver el partido tranquilo y se armaba un “tole tole” y yo me quedaba haciendo el aguante. Que se yo, son historias de vida, lo hemos vivido con mucha intensidad.
Hay gente que no comparte o no entiende la trompada en la cancha. ¿Vos lo querés explicar o justificar desde tu punto de vista?
A ver… Si yo fui o me tocó la responsabilidad de ser jefe de una barra de amigos, quizá por referencia o por acompañar, me tocó que en mi casa se guardaban los trapos, a nosotros no nos robaron jamás un trapo. Nosotros llevamos banderas a todos lados. Tenía las banderas de Defensores y de los otros clubes. Las banderas siempre fueron ganadas… ¿y como se puede ganar un trapo?, muchas veces vos vas a una cancha y llevás tu bandera. Ni bien termina el partido lo primero que hacés es guardarla, porque sabés que te pueden estar esperando. Y cuando salís no estás defendiéndote a vos, estas defendiendo la identidad, que es tu club. Y el tema era a ver que hinchada se la aguantaba más. ¿Ahora sabés cuál es la diferencia?, en la etapa de la dictadura, muchas veces hablaba con los jefes de otras bandas y decíamos: “muchachos, hoy tenemos el yugo de los milicos que nos aprieta a todos, entonces ¿porqué no nos juntamos y peleamos contra los milicos?”. Entonces de esa forma, cuando teníamos que hacer movilizaciones, éramos miles y miles de tipos que estábamos en las marchas y muchos eran de las barras de fútbol. Me acuerdo que pusimos un trapo fenomenal de 22 metros de largo en un Boca - River que hablaba de una movilización a Plaza de Mayo. Me parece increíble contarlo ahora. Había una canción que decía “River y los militares son la mierda nacional”, y nosotros queríamos colocar la bandera porque era un hecho político, año 1982… Y había que hacerlo igual, había que ponerla. No podíamos entrar por el lado de Boca porque te revisaban todo los trapos, entonces la entramos por el lado de River, hablé con el por entonces capo de River, Matute, y le pregunté si podíamos poner una bandera política. Nos dijo que sí. Entonces cuando salen los equipos a la cancha la bandera estaba desplegada “luchar es participar y movilizar, el 22 a la Plaza de Perón”. La bandera salió en todos los diarios. En ese momento la hinchada de River empezó a cantar la marcha peronista… Yo me quería matar! Teníamos a todos los de Boca cantando la marcha peronista y cantando contra los milicos y de repente, cuando aparece semejante bandera y River cantando la marcha peronista, vimos como toda la gente de Boca se quedó callada… Me querían matar, el loco Luís, que era un amigo que tenía en la banda de River me decía "Bostero ahora te vamo` a matar”, pero se había cumplido el objetivo político mayor que era cantar contra los milicos. Por supuesto vino la infantería a sacar la bandera y pidió que entreguen a los chicos que la habían colocado… Y no nos entregaron. Lo podrían haber hecho con una seña o una mueca… Pero no me entregaron. ¡Esos son los códigos!
¿Los códigos siguen existiendo, cambiaron, dejaron de existir?
¿Sabés que sucede? Cuando los jugadores de fútbol valen millones de dólares, cuando la seguridad implica miles de dólares, cuando directivas creen que utilizan a barras de fútbol para cambiar técnicos o hacer que jugadores no jueguen más… Ahí es donde se empioja todo. Algunos estarán en ese negocio. Nosotros, por lo menos, eso no lo hemos llevado a la práctica nunca. Y si alguna vez sucedió, es para lamentarse. Lo que pasa es que a veces la pasión hace que vos encarés un jugador y le digas…”loco, no pusiste esfuerzo, ¿que te pasa? Estas cobrando al día”
Sos un tipo que mamó “el tablon” de chico. ¿Cómo ves las potenciales amistades con otras hinchadas? Como por ejemplo la nuestra con Almirante.
Con Almirante nos hicimos amigos hace como 30 años, un día que vinieron a un partido acá en Defensores y no tenían entradas. Empezaron a agitar en la puerta, nosotros estábamos afuera y cerca, porque antes las entradas, tanto para local como visitante, se vendían en el mismo lugar, lo que hoy es el buffet. O sea vos estabas ahí y le veías la cara al otro. Primero creo que tuvimos todos demasiada suerte porque en realidad viendo eso, con la violencia que existe, eso hoy sería un peligro. Pero te quiero decir que la amistad con Almirante la hicimos porque nos aguantamos juntos ese quilombo y los muchachos pudieron entrar. Es más, cuando terminó el partido fuimos a tomar algo juntos. Aparte, muchas veces las amistades coinciden con las broncas que existen con los barrios. Entonces, por ejemplo, vos tenés afinidad con Almirante porque estás peleado con Laferrere o con Morón. Lo que pasa es que Almirante es un cuadro que moviliza mucha gente, puede tener intereses creados, creo que tiene una comisión directiva que está bien con un sector y mal con otro. Yo lamento esa enemistad y quizá nosotros, en menor medida, también la tuvimos en algún momento acá adentro.
-¿Qué lamentás Luís, esa enemistad interna de Almirante?
Si, yo lo lamento porque quisiera que Almirante haga una buena campaña. Yo recuerdo que hace muchos años atrás se jugaron cuatro campeonatos y no subían, y eso tiene que ver con problemas internos. Yo lo único que tengo claro es que si armás mucho quilombo, no descenderás al siguiente campeonato, pero a la larga o a la corta te bajan el copete, porque para ellos es un negocio y no quieren quilombos, es muy simple y esto es sencillo, el que maneja el negocio quiere un “status quo” y si vos cambiás esa dinámica, perjudicás. Ahora, lamentablemente el otro día (victoria frente a Almirante Brown), parecería ser que “la 20” (por el barrio 20 de junio) no maneja a los tipos más jóvenes y bueno, ellos venían agitando contra nosotros, creo que la diferencia fue muy clarita… El problema fue con “la 20” y no con los muchachos de “Los de siempre”. Ahora sé que muchas veces los de “la 20” han venido a acompañar a Defensores. Al que le gusta el fútbol le gusta ver cualquier partido, a mí que no me engrupan con eso, porque al que le gusta el fútbol es una pasión y uno acompaña amigos y muchas veces está en otro partido y aparte te nutre, y el fútbol es una fiesta, debería ser una fiesta. Es una pelotudez cuando te dicen que no podés entrar una bandera de más de dos metros, si el tipo que lleva una bandera ya queda comprometido, ¿como te escapás? Si tenés que cuidar los trapos!!! ¿como te vas a escapar si tenés que cuidar los bombos?... No te podés escapar.
-Hiciste una clara diferencia entre el antes y después en cuanto a las limitaciones para “entrar” banderas. Si hablamos del antes y del después de la hinchada de Defensores… ¿que ves que mejoró en cuanto a los chicos que están hoy? ¿que extrañas de antes?
A ver… yo creo que nosotros en una etapa anterior teníamos más comunicación en cuanto a que éramos tipos del barrio y el barrio nutría el club. Después iban mechándose de Palermo, Martelli, de la zona norte, etcétera. Entonces era natural poder convivir. Defensores ha producido campeonatos que ha movilizado mucha gente y bueno, las barras se van cambiando. Antiguamente los jefes de una barra eran todos tipos grandes, que se yo, lo tenías a Quique en la Boca, al de San Lorenzo, a Matute en River. Por 10 o 15 años dominaban una barra. Esto hoy a cambiado tanto que ya no sabés quien mueve a quien, quien es el que maneja, quien el que coordina, quien el que mueve los micros. En realidad no voy a hacer de policía de querer saber quien hace las cosas se hacen!!! Lo importante es tener vocación!!! Los que tiene vocación y están todos los días, generan para poder acompañar y que la gente acompañe y otros se movilizan como pueden. Algunos juntarán guita para poner una combi, otros harán rifas, venden revistas o mueven sus amistades para entre todos juntar unos mangos y poder viajar, eso se vio mucho en el Nacional B. Y a veces la dirigencia puede acompañar y a veces puede estar comprometida porque “desde arriba” están mirando, porque si ponés un micro te acusan de fomentar la violencia y no es así!!! Vos pones un micro para que la gente pueda acompañar. Lamentablemente hoy la situación económica es caótica para todos y a veces uno no puede acompañar como quisiera. Entonces la pregunta tendría que ser al revés ¿a quién no le conviene que la gente se movilice?... Indudablemente les conviene a aquellos que quieren un fútbol privado, y la justificación la encontrás en que para algunos “lo importante es que haya partidos todos los días, no si tienen gente o no”, te están excluyendo… Un jueves a las 16 hs, un lunes a las 17 hs, un martes a las 15 hs… Faltás una vez al laburo y después no podés faltar más. ¿Cuántos hay que se caen de traje porque no se pueden cambiar? Yo creo que lo que ha cambiado fundamentalmente es que hoy ves la tribuna y ves mucha gente joven, muchísima gente joven. Eso te alienta a que ellos van a tener hijos y el día de mañana muchos van a ser hinchas de Defensores, lo que pasa es que también tiene que haber un marco de respeto porque está el tema de la gente grande, con más de 30 años, que va al costado y quizá hoy no puede seguir como quisiera a Defensores o como hacía antes por las responsabilidades… había un hincha de Defe que venía a la cancha de traje y tenía como 90 años… Zamora!! Yo quisiera llegar a la edad de Zamora y poder seguir acompañando a Defensores.
Luís, conta algo más de Zamora…
Mirá, yo… ya lo conocí grande a él. Un hombre que siempre estaba en un costado, siempre alentando, no se si vivirá ahora. Un tipo grande, siempre de traje, iba a todos lados. Guardaba su gallardía y su presencia siempre para ver a su glorioso club, nunca un vaquero, nunca una campera. Yo no sé si el día de mañana a uno le toca vestir así, uno es más indio ¿viste?. Jean, campera o camisa así nomás y unas zapatillas. Pero a mí la verdad me llena de respeto porque es parte de la historia del club. Quizá tenga mil historias que contarte o quizás hoy la memoria le falle, pero bueno yo creo que hay una enorme cantidad de historias del club que nos hacen grande, cada uno sabe lo que ha hecho por o para el club. Yo cuando he leído por ahí… o lo he visto, a quien recuerde, “miles de kilómetros para ver a su Defensores” desde su Denver Hotel… no podés más que agradecerle!!!
Te referís Manuel Pateiro, el hombre del hotel (Denver) en Mar del Plata!!!
Sí, sí. O a aquellos que ponen la guita todos los meses para que haya una propaganda en el club. Porque mucha gente pone guita y colabora y seguro nadie sabe, para bancar impuestos, sueldos, etc. Eduardo Deluca u Osvaldo Chiarello son algunos de los nombres que uno sabe y debe de haber muchos más que uno desconoce, que en mayor o menor medida colaboran en la medida de sus posibilidades. Yo creo que hay muchos que piensan que los dirigentes se enriquecen con los clubes, yo creo que nuestros dirigentes ponen su mejor momento de vida para enaltecer a los clubes y habrá dirigentes que quizá tuvieron equipos que no rindieron tal vez, lo que ellos apostaban y deseaban. Yo recuerdo que era pibe y conocí a Eduardo Deluca. Yo tuve diferencias con él porque cuando yo tenía 15 años a mi me decía, “Tintorero, no tenés que calentarte así con Defensores, porque Defensores es un club para estar en la mitad de la tabla”, con los años me pareció que era justo y que había que hacerle un homenaje y reconocerle tantos y tantos años que estuvo!!! Donde aparte él, siempre habló de Defensores de Belgrano junto a Jorge Gaja. Bueno, hoy la platea de Defensores de Belgrano lleva el nombre Jorge Gaja. Me parece que Eduardo ayudó enormemente a Defensores, porque cuando están bien es fácil ayudar pero cuando estas mal… Bancar a los clubes… Lo tenés que llevar en el corazón para poder hacerlo. De otra forma no lo podés hacer, es más fácil obviarlo y hacerte a un costado, por eso es un buen momento de mi vida para hacerle un reconocimiento a Gaja, a los Rodríguez, una enorme cantidad de gente con la cual muchas veces pensamos diferente. Por ejemplo no te lo nombre a “Toti” Ferrara, un tipo que amaba a Defensores, yo lo he visto llorar y sé lo que le debe haber costado no verlo, porque fue un tipo de barrio. Lo mismo que el “Paraguayo”, que la otra vez tuvo algún problema en la tribuna y dejó de venir un tiempo y hoy por suerte esta viniendo nuevamente, y esos muchachos hicieron grande a Defensores, porque no solamente vinieron ellos, sino porque fueron trayendo a otros y otros… Y eso tiene un valor incalculable. No somos como Tigre que van porque en los alrededores no tiene otra cosa cerca que hacer, Tigre no existe y por eso serán amigos de Morón… Morón, que llevan el “Gallo” de la Federal que los identifica, más de eso no te puedo decir. Morón ha venido a bardear acá y después han venido 10 hinchas de la banda y nosotros estábamos cuando bardeaban 500, pero cuando eran 7 pelotudos los acompañábamos a la estación para que vayan tranquilo y les demostrábamos que éramos más gente que ellos.
A ver, contá otra historia de hinchadas…
Yo me acuerdo que había una amistad con la gente de Estudiantes de Buenos Aires, y un día que vamos a su cancha vimos que había ”movida” en la tribuna de ellos y nos llegó el comentario (estando ya adentro del estadio) que estaba “podrido” con nosotros. Cuando salimos de la cancha, en la visitante teníamos 200 tipos… Habíamos ido con bombos y banderas, había una amistad en ese momento. Salimos y cuando pegamos la vuelta vimos los que venían y ahí alertamos a los pibes para que junten todo y empiecen a guardar los bombos y los trapos… Y se nos viene una banda infernal de Estudiantes. Me acuerdo que para parar a los muchachos dije bueno vamos a hacer un “mano a mano”. Se me para un “grosso” de ellos vestido de joggin que pintaba como boxeador, entonces cuando nos estamos por ir a las manos habíamos hecho una ronda fenomenalmente grande, nosotros sabíamos que los trapos y los bombos ya estaban guardados. Era un 8 a 1 en proporción de ellos a nosotros, porque los de Estudiantes habían movido todo lo que tenían en ese momento. A nosotros nos había sorprendido esa “cama”, porque fue una “cama”. En eso apareció un muchacho de Chacarita, que muchas veces venía a ver a Defensores, que los conocía a ellos y les dijo: “muchachos, ustedes se equivocan”, ya nos íbamos y la mano queda ahí… Se enfría la cosa y cuando salimos se arman unas corridas porque sabían donde estaban los autos y las camionetas nuestras. Después tuvimos que ir a Estudiantes en otros partidos, pero ya sabíamos como venía la cosa, que estaba todo podrido, bancarte el quilombo afuera, bajar de los micros, combatir “mano a mano” y en una oportunidad vino Estudiantes acá al Bajo. Me acuerdo que estábamos afuera cinco. Carlitos Scorcelli, Marcelo, Capra, creo que el otro era Pontoni y yo. La gente ya estaba toda adentro, y dije: “esperemos que viene la barra de Estudiantes”. Yo estaba con uno de mis hijos y le pedí a otro muchacho que lo llevara adentro del club y nosotros nos quedamos donde sacaban las entradas… Eran cuarenta o cincuenta de Estudiantes. La policía estaba toda en la parte de la ESMA. Entonces, los muchachos quedan en la parte de atrás y cuando vienen encarando para Libertador después de sacar las entradas, cantando canciones de Estudiantes, nos pusimos de frente y me pongo a cantarle “aguante el Bajo, soy de Defe”. Ahí ví venir volando tres o cuatro trompadas porque eran muchos, y ahí nomás empezamos a darnos. Eramos cinco, corrieron por todo Libertador… Se tomaron “el olivo”, se fueron. Después del segundo tiempo habrán entrado 2 o 3 nomás. Entonces viste, el que las hace las paga, nosotros nos comimos “la cama”, pero nosotros no los esperamos 400 o 500 a 40 o 50 pelotudos. Estudiantes sabe bien que cuando nosotros vamos “vamos y aguantamos”. Y ellos cuando nosotros vamos para allá, te esperan un par de cuadras y te tiran un par de tiros, entonces eso era de cobardes porque “mano a mano” no se la aguantaban. Las balas no tienen nombre y eso lo dije siempre… Cuando fuimos al Docke hubo muchos heridos de bala. Nosotros fuimos y nos estaban esperando, nos habían cortado con un micro la entrada de Debenedetti y nosotros entramos y entraron todos los muchachos y a muchos no nos dieron de milagro o casualidad, y nosotros ahí demostramos que fuimos a bancar un campeonato, a un equipo que pretendía ser campeón. Ese día murió Gimenez… pudo haber sido uno nuestro.
¿Qué te pasó el día del último descenso, cuando jugamos con Chacarita?
Yo venía de perder a mi mujer hacía poquito tiempo, muy poquito tiempo… Así que ese día fui porque mi hija me pidió de ir a la cancha y sabía que el escenario iba a terminar mal, con nosotros o con Chacarita. La “cama” infernal que nos comimos nosotros no tiene justificación. Porque en realidad el escenario fue de reprimir y producir una muerte. Fue una y podrían haber sido más, yo vi mucha gente grande lastimada. Y vi lo que fue abajo en el pasillo, a mi no me la pueden contar porque estuve ahí. Todo lo que se movía había que pegarle y la impunidad que hay no tiene nombre. Es una policía que no aprendió nada. Todos los descensos te producen dolor, pero nosotros no descendimos aquel día, descendimos el día que le dan válido el gol a Chicago con la mano, el día que perdimos puntos increíbles con Defensa y Justicia, con los sanjuaninos…
¿Qué te esperanza hoy de Defensores?
Seguir tratando de acompañar al equipo detrás del arco. Creo que todos tenemos para aportar.
Vos, si pudieras, ¿que le dirías a la gente de Defensores?
Creo que nos tenemos que acordarnos de donde venimos, como aparecimos en el club, como llegamos, como nos recibieron… Y que no sería justo ni digno que Defensores sea un club expulsivo. Porque ya tenemos bastante esperando con la democracia. Después cuando la democracia fue expulsando la gente llegó con el “nunca mas”.
¿Qué celebrás de Defensores de Belgrano en tu vida?
Defe es mi vida misma, rige mis estados emocionales. Defensores es la continuidad de mi vida en mis hijos que van a seguir con esa misma pasión. Cuando alguno no puede venir por trabajo o colegio, nos estamos preguntando como salió, cuando jugaba lejos nos queríamos matar por no poder pescar la radio. Yo rescato el poder encontrarme con amigos que hoy tienen sus hijos grandes y poder vernos y decir “che loco, que grande que estamos” pero seguimos en la del costado, en la platea o la Techada, o poder tomarte un vino, o poder comer juntos yendo a alguna cancha, porque Defensores es un club de barrio, es la vida misma, un club que trascendió el barrio…
Si hablamos de recuerdos… ¿cómo te gustaría que se te recuerde en Defensores de Belgrano?
Yo sé que la vida pasa y me gustaría que en el club este la idea de colocar algún azulejo con el tema de las familias o cada uno individualmente. Quizá bajo la platea… Porque quisiera que el día de mañana, cuando vengan otras generaciones capaz que alguno diga “Mirá, figura el Tintorero, ¿quien habrá sido?” Y que le digan “mirá, este tipo fue uno que quiso al club” y yo con eso estoy agradecido. Y creo que mis cenizas van a terminar esparcidas en la cancha, a como viene este escenario es lo único que me imagino. Hay un muchacho, por ejemplo, al que le guardo un enorme respeto, un pibe que es no vidente. A veces lo veo en al tribuna y digo “la puta!!! lo que debe ser ser hincha de Defensores… Ese pibe, que no lo puede ver. La pasión de hinchar… esto es Defensores. La vida continúa y después del Tintorero seguirán miles de hinchas de Defensores.
Gracias Tintorero, gracias por tu historia!!!
Espero que sirva para unir la familia y crecer, porque Defensores debe crecer, porque así nació y así debe continuar. Tratemos de festejar los 25 de mayo por la patria y también por nuestra pequeña patria que es… Defensores de Belgrano.

2 comentarios:

  1. Aguante excursionistas el capo del bajo...

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  2. Soy hincha del Lobo. Pero también amo, respeto la pasión y la identidad por los colores y el Barrio de la gente del Dragón.

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