
Mayo de 2001. Un martes por la tarde. Primera fecha del Octogonal que terminaríamos ganando: para llegar al Nacional faltaban pocos días. Pero todavía había que ganar el Reducido. Y el primer paso fue espectacular: ¡6-0! a Argentino de Quilmes en ¡el primer tiempo! Cuatro goles de Alianello, otro de Aquino (que por entonces no era un traidor, sino un maravilloso número cinco) y otro de Aldaz, que al sábado siguiente haría su gol más inolvidable, contra Español. Al final, en el segundo tiempo, Argentino de Quilmes, cuyo número cuatro era Charly Batista, el uruguayo que jugó el Mundial 86, descontó y el partido terminó 6-1. Pero el tema fue ese primer tiempo, ese 6-0 en 45 minutos. El mejor primer tiempo de la historia de Defe.
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