Guillermo Duró yéndose a Ecuador en medio del torneo (como con el Turco Asad, la historia se repitió, y los dirigentes volvieron a tropezar con el mismo palo, ya está la frase que dice la historia se repite por primera vez como tragedia y la segunda como farsa) es la imagen de Ronald McDonalds comprando en Burguer King: la de alguien que se escapa por la ventana. No voy a decir la palabra traición, porque me parece demasiado trillada y, sobre todo, errónea: creo que todos buscamos nuestro mejor laburo posible y Duró tiene todo el derecho. El tema es el chamullo previo. La cara de amigo al llegar. Que Defe es mi casa, que vuelvo porque acá hay un sentimiento, que vuelvo porque es gente amiga. Basta de eso. Chau Duró, tu segunda etapa fue como tu carrera en los últimos años: entre mediocre y mala, con números feos, tan feos que habrá que sumar muchos puntos para no pelear al descenso el año que viene. Mucha suerte en tu futuro y ojalá salgas campeón del mundo con el Deportivo Me Importa Un Huevo de Ecuador al que te fuiste. Por lo que ves, ya no te extrañamos: Pedrito Bocca de interino ya parece mejor técnico que vos. Y con mejor moral.
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