Algunos podrán decir: "Merecimos más", y es cierto. O "jugamos contra un equipo que puede ser campeón", y también es cierto. O "mejoramos mucho respecto a Flandria", y tampoco habrá nada para objetar. Pero son tan poderosas las razones contrarias que todo eso queda en la nada: 1) No le pudimos ganar a un rival que jugó con 10 tipos desde el primer tiempo. 2) No pudimos, otra vez, aguantar el resultado. 3) La más clara del final fue para ellos y nos salvamos en la línea. 4) De los últimos 16 partidos, ganamos uno. 5) Seguimos últimos, incluso por debajo de Central Córdoba, virtual descendido. Y, sobre todo, 6) Nos estamos yendo a la C.
Por eso, si alquien quiere ver luz o echarle la culpa a la "sal" o a la "mala suerte", de este lado solo vemos sombras, como en esta linda foto de otra tarde triste.
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