Ni siquiera le pudimos ganar a un equipo de la C en el final de una campaña horrorosa. El colmo fue que el Charrúa hizo ingresar a su arquero suplente para jugar, como futbolista, los últimos minutos. Más vergüenza, imposible. Así se termina la temporada en la que perdimos de local contra los dos equipos que descendieron a la C (contra el Charrúa y San Telmo, en la primera ronda) y que, además, en la Copa Argentina fuimos eliminados por otro equipo de la C, Berazategui. No nos dan ni ganas de decir feliz cumpleaños. Hay 1000 cosas más importantes por hacer hoy, antes que festejar los 107 años. Por ejemplo, que los dirigentes demuestren, justamente, si todavía se merecen ser dirigentes del club. Atención: no somos golpistas, ni jamás lo seremos: estamos incluso convencidos de que ni siquiera un descenso implica la renuncia de una Comisión Directiva. Una cosa es ser dirigente, y cumplir esa función. Y otra cosa, y es lo que estamos planteando, es ser dirigente, y MERECER cumplir esa función. Porque, está claro, nuestro Defensores se MERECE otro trato.
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