No se olviden de Lucila Yaconis


Dejemos por unas horas de pensar en el fútbol, en el Tano Stagliano, en el Mundial gay y en esas cosas tan poco importantes, si lo relacionamos con lo que quiero compartir hoy. Ya pasaron cuatro años desde que, a 300 metros de la cancha de Defe, mataran a Lucila Yaconis, una chica de 16 años. El caso, como el de Fernando Blanco, sigue impune. Ambos eran jóvenes, de nuestro barrio y murieron asesinados por cobardes que siguen escapándose de la Justicia. El viernes pasado, en el diario La Nación, salió un artículo relacionado a lo de Lucila. Yo, confieso, casi que había olvidado su caso. Así que creí que era bueno compartirlo con ustedes, queridos defensoritas. Porque Defe es Núñez, pero Núñez no es sólo Defe.

Un estudio genético es crucial en el caso Yaconis.
Los resultados del examen genético realizado a la madre de José Humberto Giardino, sospechado de ser el autor del asesinato de Lucila Yaconis y detenido anteayer en la ciudad correntina de Goya, no serían coincidentes con el patrón genético encontrado en la escena del crimen. A su vez, la Justicia deberá decidir si hace lugar al pedido de la defensa de la víctima, para que Giardino se someta a un estudio genético, lo cual sería determinante en la investigación, según informaron a LA NACION fuentes policiales.
"Los peritos dieron a entender extraoficialmente que el perfil genético de la madre de Giardino no se condice con el ADN del sospechoso, aunque los resultados estarán en 30 días. Igualmente la vía materna no es determinante en estos casos", coincidió Claudio Mazaira, el abogado de Isabel Yaconis, la madre de Lucila.
"Como apareció Giardino -añadió Mazaira-, ahora le harán el examen a él directamente. Ya enviamos el exhorto y suponemos que los resultados determinantes estarán en 25 días."
Giardino, cabe recordar, está detenido por falsificación de documento público. Según Mazaira, el sospechoso principal del crimen de Lucila, que se hacía pasar por Carlos Verón, utilizaba un documento de identidad cuyos números estaban invertidos con los reales.
En tanto, la policía entrerriana investiga si Giardino es también el autor del crimen de Mara Torales, la joven de 14 años violada y descuartizada en noviembre de 2002, en Concordia.
"Fue una luz muy grande, pero siempre me mantuve cautelosa. Ya cruzamos los resultados de 60 estudios de ADN y todos dieron negativo", dijo a LA NACION Isabel, la madre de Lucila, violada y asfixiada cuando caminaba de regreso a su casa, en Núñez, en abril de 2003. Y continuó: "Siento dolor. Es una lucha muy desgastante. Dejás tu vida, los años pasan y te preguntás para qué luchar, hasta dónde llegar. Sólo nosotras, las madres del dolor, sabemos lo que es esto. Un día estás destruida y al día siguiente te levantás de nuevo".
Isabel está convencida de que hay gente que sabe y que no habla por miedo o por complicidad. "Por eso voy a pedirle al ministro Aníbal Fernández que ofrezca algún tipo de recompensa pública, para que más testigos hablen. Es hora de que alguien me ayude. Yo no puedo más sola", expresó.
"No tengo ni una descripción -agregó la madre de la víctima-; no hay dónde cruzar la información porque no hay un registro de ADN. Por eso estamos armando un proyecto para registrar a los condenados por delitos contra la integridad sexual hasta diez años después de quedar en libertad."

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